Hoy, día 4 de enero de 2013. Un año recién estrenado. Abro la prensa y recorro aburrida los titulares que me brindan un estupendo repertorio de catástrofes variadas. Me tomo un café. Bebo a sorbos rápidos otro, el segundo café, e intento reflexionar sobre lo que escucho en las tertulias de uno y otro signo (y no del zodíaco precisamente) Nada... absolutamente nada... sólo encuentro discursos huecos y repetitivos hasta la saciedad. Es como si la palabra ya no sirviera para otra cosa que para rellenar espacios rápidamente, o para ensordecer a la gente con una verborrea inútil empeñada en luchar contra el horror vacui instalado en una sociedad mortecina y más bien desorientada.
El cinismo se va infiltrando de forma perversa en las justificaciones que se dan para todas y cada una de las estafas a las que nos vemos sometidos constantemente. Es algo que penetra como un veneno en los hábitos de nuestra sociedad que cada vez más encuentra como algo normal estas aberraciones.
Pero hay que seguir luchando. No podemos quedarnos sumidos en esta atonía desalentadora. ¿Cómo? No lo sé, sólo creo en que tenemos que oponernos y resistir a esta nueva forma de neoesclavismo impuesta por una ideología que pone en la cúspide de su credo al todopoderoso juego de la especulación, o lo que antes llamaban préstamo con usura.
¡Suerte amigos!. Salud y libertad, que hay que seguir caminando mientras el cuerpo aguante... :-)