Una escena tras otra emergen de las páginas del último libro que leí con avidez. Su título: "Erections, ejaculations, exhibitions and General Tales of Ordinary madness", de Charles Bukowski. Y solo con echar una ojeada al índice tenemos un hermoso y desgarrador poema de este genial autor. Elijamos unos cuantos títulos al azar de entre los relatos que añade en el índice:
Vida en un prostíbulo de Tejas
Doce monos voladores que no querían fornicar adecuadamente
Cuantos chochos queramos
Un coño blanco
En la cárcel con el enemigo público número uno
Los cristos estúpidos
Kid Stardust en el matadero
¡Violación, violación!
Demasiado sensible
Una ciudad maligna
Y qué decir de la pregunta que le hace el fiscal Hyans a nuestro hombre, acusado de escribir historias políticamente incorrectas:
- ¿Se opondría usted a la copulación oral en las escaleras del ayuntamiento?.
- No - dijo Joe-, pero probablemente habría un atasco de tráfico.
Oh, Joe, pensé, qué mal lo hiciste. Deberías haber dicho:
"Para copulación oral preferiría el interior del ayuntamiento, donde suele hacerse normalmente."
Pues en esa línea todo el frenético ir y venir de Bukowski a lo largo de esa pequeña joyita de la literatura underground americana. Una mezcla de Henry Miller y Don Leavy, aunque más incisivo y con menos concesiones al tenderete público mentecato.
En fin, que lo recomiendo a quienes tengan el ánimo jocoso y desabrido para estos días que nos hieren con sus monsergas constantes.
Salud no-lectores! Buenos polvos y mejores alegrías!
