El museo nacional de El Bardo (partes I y II) - Túnez
Con Cartago he querido cerrar de momento la serie dedicada
al “Limes romano de África”, pero no podía abandonar Túnez sin dejar un breve
recuerdo del Museo Nacional de El Bardo y su riquísima e interesante colección
de mosaicos romanos que en otro tiempo adornaron las ciudades de la Provincia
Africana de Roma.
Teogonías, hombres y héroes: la vida cotidiana de estos
romanos provinciales con sus creencias y sus placeres: música, frutos y
alimentos, el teatro, las cacerías de bestias salvajes y, sobre todo, el
Mediterráneo, siempre presente con su peculiar animalario mitológico. Todo ese
mundo y mucho más se percibe y admira a lo largo del recorrido de las salas del
museo, en donde los mosaicos nos presentan al ciudadano púnico-romano en estado
puro. Un auténtico placer para los sentidos y una lección gráfica de historia.
“El Bardo”, un palacio erigido bajo el reinado del sultán
hafsí Abu Fáres ‘Abd-el-‘Azíz el-Mutawakkil (1394-1434 e.c.) debe su nombre a
la palabra española prado. Al parecer
fue construido con ayuda de artistas andalusíes, que tomaron como modelo las
residencias de los príncipes de Al-Ándalus.
Ya
en la segunda mitad del s. XV, el viajero Adorno describe sus jardines de
árboles frutales y las mansiones reales. Y León el Africano, en el s. XVI,
también lo menciona así:
“Un lugar
llamado El Bardo, en donde se hallan los jardines y moradas de recreo del rey,
construidos con una arquitectura no menos industriosa que soberbia, enriquecida
con cinceladuras y frescos de los más finos colores.”
El complejo
arquitectónico, situado a cuatro
kilómetros de Túnez, se desarrolla a lo largo de una sucesión de parques y
pabellones de reposo.
El Museo
Nacional de “El Bardo”, creado por decreto beilical de 7 de noviembre de 1882,
fue inaugurado el 7 de mayo de 1888 en presencia de Alí III Bey, y ocupa una
parte del antiguo palacio de El Bardo. Es el museo más antiguo e importante de
Túnez y acoge ciento treinta mil obras distribuidas entre cinco departamentos;
pero sobre todo, este museo se distingue por poseer una de las colecciones de
mosaicos más rica del mundo.”